A propósito de las recientes decisiones del comité que otorga el Premio Nobel, el presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Betancourt A., consideró como una necesidad y un desafío “la construcción de sistemas alternativos de valoración que reflejen la diversidad del conocimiento”.


Betancourt agregó que a las instituciones del Sur Global corresponde consolidar arquitecturas de reconocimiento propias, en las cuales el mérito se mida por impacto transformador y compromiso con la vida, superando los límites de “un sistema que evidencia su agotamiento epistémico y moral”.


Retrógrada tradición


En su análisis, se detuvo en el hecho de que no solo se exhibe un escaso reconocimiento a las mujeres en las categorías científicas, sino que este premio prioriza agendas hegemónicas por encima de contribuciones auténticas.


En el caso de la mujer, según explicó, prevalece una retrógrada tradición con apenas 65 galardonadas frente a más de 900 hombres desde 1901, lo cual contrasta con lo que ha documentado la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sobre el incremento de las contribuciones científicas femeninas en el mundo entre el 29,4 % al 31,1 % en la última década.


“Esta brecha -apuntó-  muestra que el problema no está en la capacidad de las científicas para presentar innovadores hallazgos, sino en los mecanismos de consagración que priorizan centros, laboratorios y redes de influencia que concentran poder y capital en pocos países y un mismo sexo”.


– No se trata de exigir la inclusión de la mujer por el hecho de ser mujer, sino de que los comités respectivos (ya sea por incompetencia o por decisión deliberada) eviten conocer las actividades de investigación y desarrollo (I+D) que tienen lugar en el mundo, en las que la mujer demuestra un protagonismo excepcional, expuso.


Sólidos datos


Subrayó que en Venezuela el 53 % de las personas dedicadas a las actividades de I+D está integrado por mujeres, quienes firman el 52 % de toda la producción científica nacional, según datos del Registro Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación (Recitven). Para el también docente e investigador, esta evidencia, fundamentada en el dato recolectado con una sólida metodología, demuestra la existencia de un ecosistema de conocimiento caracterizado por la paridad tangible, donde la excelencia se construye sobre los principios de la equidad.


Un premio que favorece agendas hegemónicas


El Premio Nobel reconoce a hombres y mujeres de todo el mundo por logros destacados en física, química, fisiología o medicina, literatura y paz. Sobre este último, Alfred Nobel, el hombre que por cierto inventó la dinamita, galardona a «aquellos que, durante el año anterior, hayan conferido el mayor beneficio a la humanidad» con sus contribuciones para la paz mundial, la hermandad entre naciones o la reducción de armamentos.


Un criterio que el presidente del Oncti califica de “subjetivo”: “la reciente distinción con el Premio Nobel de la Paz a quien ha demostrado una trayectoria pública de promover intervenciones militares en su propio país, constituye un ejemplo ilustrativo de este patrón de validación asimétrica, convirtiendo, una vez más, un reconocimiento simbólico en un instrumento de legitimación geopolítica, exponiendo cómo este mecanismo prioriza agendas hegemónicas sobre contribuciones auténticas”. En realidad, añade, “es imposible que un baremo de paz haya sido aprobado con semejante hoja de vida pública (….) solo quedaría elucubrar sobre la privada”.


Liberar la ciencia del cerco elitista


Concluyó señalando que los reconocimientos otorgados en física, química, medicina, literatura y economía “debieran premiar los más formidables logros objetivos en estas disciplinas”.


Un hecho que ratifica, en su opinión, “la necesidad de esforzarse por develar la verdadera producción científica, liberarla del cerco elitista y abrir paso a un reconocimiento justo, equitativo y transformador».


Tarea pendiente 


– Una labor pendiente para el Sur Global es crear una edición mejor y más formidable de un premio que reconozca aquello en lo que el Nobel falla repetidamente, ratificó

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *