Prepárate

Dr. Roberto Betancourt A.

La sismología es la rama de la geofísica que se encarga del estudio de terremotos y la propagación de las ondas mecánicas que se generan en el interior de la superficie de la Tierra.

Es una ciencia relativamente nueva y que fue bautizada, a mediados del siglo XIX, como “sismología” por el geofísico irlandés Robert Wallet. La novel ciencia alcanzó una teoría unificadora en la década de los 60 que explica satisfactoriamente por qué ocurren los terremotos y, mejor aún, por qué ocurren en regiones específicas del planeta, hablo de la teoría de las placas tectónicas.

Sin ánimo de reflexionar muy técnicamente, los científicos concluyeron la existencia de 15 placas tectónicas mayores que se desplazan, una con respecto a otra, a lentísimas velocidades, esta interacción provoca deformaciones en la corteza de la Tierra dando origen a cadenas montañosas y los grandes sistemas de fallas. Es esa fricción y su -a veces- súbito movimiento el origen de las ondas mecánicas que llamamos sismos, palabra del griego que significa sacudida.

La amenaza sísmica es investigada en especial detalle por científicos de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), institución que arribó -en la última semana de julio- a sus 50 años de creada; a tan solo una década del enunciado de la teoría de placas tectónicas que mencioné antes.

La reflexión estriba en los hallazgos de Funvisis. De acuerdo al “mapa neotectónico de Venezuela” creado por la fundación, nuestro país se ubica en el límite de las placas sudamericana y del Caribe y -a esta fecha- hemos enumerado cuatro grandes sistemas de fallas: Boconó, en Los Andes; Oca Ancón, en el occidente; San Sebastián, norte costera; y El Pilar, oriente. Conocemos esta información producto de la detallada observación por parte de expertos que dedican su tiempo a conocer estos fenómenos y reconocer su impacto a los que -nosotros, venezolanos y venezolanas- construimos en la superficie.

En resumen, la más alta amenaza sísmica del país está concentrada en un arco de unos 10 km de ancho que se extiende desde el oeste del estado Apure, pasando por toda la cordillera de la costa hasta la península de Paria. Es decir, el 92 % de la población vive donde hay más probabilidades de terremotos.

Otro hallazgo, para ir cerrando, es que los terremotos (o sismos, temblores, movimientos telúricos, son todos sinónimos) no destruyen por sí mismos, la causa es obviar sistemáticamente las normas de construcción sismorresistente en las área de esta amenaza. Existen normas especiales (igual: sistemática y científicamente enunciadas) que proveen las fórmulas para disminuir sensiblemente el impacto de los terremotos a las edificaciones y que las hacen capaces de soportar las ondas mecánicas y potencialmente destructivas “sin sufrir daños considerables”.

La gran conclusión de estos estudios es acordada por las Naciones Unidas señalando: “Los desastres naturales no existen. Los desastres son siempre el resultado de las acciones y las decisiones humanas”.

Finalmente, lo más importante después de la planificación en la apropiada construcción de las edificaciones (donde vivimos, trabajamos, estudiamos, nos divertimos) es prepararnos para hacer lo correcto cuando ocurran, lo más difícil parece ser la recomendación de Funvisis: mantener la calma, buscar la autoprotección: agáchate, cúbrete, agárrate.

Mientras más nos alejamos del último terremoto más nos acercamos al próximo. Por ello, prepárate.

* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

@betancourt_phd
Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/preparate/

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