¿Es la innovación la panacea?

Dr. Roberto Betancourt A.

Panacea es una deidad menor de la mitología griega que tenía un remedio para toda enfermedad. Su origen (‘pan’, todo; y ‘asea’, cura) apunta precisamente a la universalidad de sus menjurjes. Lo usamos en sentido figurado como utopía y para señalar la cura de cualquier mal, no del cuerpo humano, pero el social, económico, de cualquier ámbito.

En la discusión en otras reflexiones sobre algunos valores opuestos de la tecnología, desde su representación científica y aquella que le abrogamos en la conversación cotidiana, ésta está directamente asociada al concepto que conservamos de la innovación, vocablo éste que lamentablemente ya no pertenece al análisis riguroso ”a posteriori” (que es lo correcto) sino al reino del ”a priori”, esto es, pues que decimos que estamos innovando antes de siquiera someter la solución al escrutinio científico (investigación y desarrollo) y del mercado (producción y comercialización).

La innovación, como sentenciaba Schumpeter, es creación que vive en los anaqueles y que está en manos del público decidir su compra o uso. Entonces, es “a posteriori”. Pasa por la rigurosa prueba del mercado.

A veces, la presión social y el esnobismo nos obligan a decir ‘innovación’ como una suerte de panacea, lo que deja por fuera de la jerga a términos más apropiados como: invención, imitación, copia, y otros. La educación está presente siempre y modula nuestros juicios.

Nicholas Carr presentó una propuesta que persigue arrojar algunas luces sobre cómo crear un futuro mejor cuando se dialoga acerca de desarrollos tecnológicos. Lo hace contraponiendo la potencial inversión tecnológica en una de varias áreas, por ejemplo: decidir entre invertir en tecnologías que aumenten la expectativa de vida curando algunas enfermedades, o en tecnologías de ocio (juegos en computadoras, por ejemplo) ¿Cuál cree el lector tendría más lógica entre las dos?

Carr se adelanta a la respuesta sugiriendo el siguiente orden jerárquico de innovación tecnológica, de más importante a menos:

[1] Supervivencia (abrigo, ropa, caza, cocina).

[2] Organización social (agricultura, arquitectura, gobierno, basura).

[3] Prosperidad (manufactura, transporte, medicina, educación).

[4] Placer (entretenimiento, atletismo, viajes).

[5] Ego (alcohol, belleza, vanidad).

No hace mucho, después de profundos análisis, Eduardo Galeano descubrió que nos alejamos de la panacea, pues se invierte cinco veces más en investigación y desarrollo en cirugía estética que en la cura de Alzheimer.

«Los buenos artistas copian, grandes artistas roban».

Su conclusión diera risa, sino fuera un problema tan serio.

* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

@betancourt_phd
Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/es-la-innovacion-la-panacea/