Usuarios

Dr. Roberto Betancourt A.

Recientemente recordamos el Día de las Redes Sociales, fecha que -desde 2010- destaca los aspectos positivos de una nueva y popular forma de comunicación. Al menos en eso coinciden no menos de 7 millardos de páginas que Google arroja como resultado a la consulta.

Si alguna vez extraviaste tu teléfono móvil, es posible que hayas experimentado un leve estado de pánico hasta que lo encuentras. En un estudio, cerca del 73 % de las personas afirmaron experimentar un sabor único de ansiedad, lo cual tiene lógica sabiendo que los adultos dedican entre 2 y 4 horas diarias tocando, escribiendo y deslizando en sus dispositivos, representando un promedio de más de 2.600 toques diarios. Ese mismo estudio señala que algunas personas están tan enlazadas con sus teléfonos que a veces sienten que están vibrando incluso cuando ni siquiera está en sus bolsillos.

Si bien no hay nada inherentemente adictivo en los teléfonos inteligentes, los verdaderos impulsores de nuestros apegos a estos dispositivos son los entornos hipersociales que en forma de Apps (aplicaciones) pululan nuestros equipos. Gracias a Facebook, Snapchat, Instagram, TikTok, Twitter y otros, los teléfonos inteligentes nos permiten llevar inmensos entornos sociales en nuestros bolsillos en cada momento de nuestras vidas. Hasta aquí la celebración del día arriba comentado tiene una sensacional lógica.

Los humanos evolucionamos para ser seres sociales, característica clave de nuestro éxito como especie. Las estructuras sociales en las que prosperamos tienden a contener alrededor de 150 individuos. Este número es mucho más pequeño que los 2 millardos de conexiones potenciales que llevamos en nuestros bolsillos hoy día.

No hay duda de que los teléfonos inteligentes brindan un inmenso beneficio a la sociedad, pero su costo es cada vez más evidente.

Los estudios están comenzando a mostrar vínculos entre el uso de teléfonos inteligentes y mayores niveles de ansiedad y depresión, mala calidad del sueño y mayor riesgo de lesiones automovilísticas o muerte. Muchos de nosotros desearíamos pasar menos tiempo en nuestros teléfonos, pero nos resulta increíblemente difícil desconectarnos.

Expertos han alertado de los peligros de esta incremental adicción que es inversamente proporcional a la edad del usuario, es decir, mientras más jóvenes son los usuarios (y por cierto más vulnerables) más tiempo “necesitan” estar interactuando con sus dispositivos.

Por alguna buena razón, la palabra usuario se utiliza para describir, además de quienes navegan por las redes sociales, a quienes consumen drogas. En este sentido, poco que celebrar y mucho que diagnosticar en el Día de las Redes Sociales.

¿Por qué nuestros teléfonos inteligentes son tan difíciles de ignorar?

En nuestras próximas reflexiones abordaremos la respuesta.

* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

@betancourt_phd
Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/usuarios/