Dr. Roberto Betancourt A.

Ken Robinson afirma que “La creatividad se aprende igual que se aprende a leer”, coincidiendo en que esta es el alma del progreso y la innovación. El camino para desbloquear la creatividad está influenciado por una miríada de factores que van desde rasgos individuales hasta estructuras sociales.

El coeficiente intelectual (CI) es un número que resulta de una evaluación que mide las habilidades cognitivas de una persona en su grupo de edad. La hipótesis es que con un alto CI hay mayor creatividad. Empero, investigaciones recientes desafían esta noción, y como uno de sus ejemplos se usa la figura del famoso pintor holandés Vincent van Gogh, quien -con un CI promedio- demostró una extraordinaria capacidad para transmitir emociones profundas y evocar empatía a través de sus obras. Si bien el CI puede contribuir a aspectos ingeniosos, no es un predictor definitivo del logro fecundo, lo que implica que personas con CI por debajo de la media pueden ser excepcionalmente fecundos en buenas ideas, lo que demanda ampliar nuestra comprensión del potencial creativo.

Otra variable en ocasiones discutidas está asociada al sexo en los campos creativos, con las mujeres a menudo subrepresentadas en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Pero, otro hallazgo sugiere que las disparidades son más matizadas de lo que se afirma; señalando que, si bien los hombres tienden a obtener una puntuación más alta en las medidas de logro creativo, las mujeres sobresalen en varios dominios como la verbal y la emocional; lo que pone de relieve la importancia de reconocer y nutrir diversas formas de creatividad, independientemente del sexo.

Más allá de los rasgos individuales, los factores ambientales juegan un papel importante en la configuración de la expresión fértil. El acceso a la educación y las normas culturales facilitan u obstaculizan el desarrollo innovador. Por ejemplo, un entorno de aprendizaje inclusivo y de apoyo fomenta la creatividad al alentar la experimentación y la toma de riesgos, mientras que los estereotipos y sesgos sociales tienden a limitar las oportunidades para que ciertas personas realicen esfuerzos creativos. Al abordar las barreras sistémicas y promover el acceso equitativo a los recursos, es posible cultivar un panorama creativo más diverso y vibrante.

Lanzando la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación Dr. Humberto Fernández-Morán se busca proveer ambientes de creatividad productiva que con talentos en diferentes áreas del conocimiento tengan acceso a las herramientas (espacios de investigación, materiales y equipos) y den solución a las preguntas que (aún hoy) pocos formulan. La creatividad da respuesta a lo inexistente para concebir futuros inimaginables, utópicos.

* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

@betancourt_phd
Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/creatividad/