Problemas pasajeros
Dr. Roberto Betancourt A.
“Si hubiera preguntado a la gente qué quería, me habría dicho que caballos más rápidos”.
No son pocos los que han participado en conversaciones sobre temas de creatividad e innovación en las que el adagio más famoso de Henry Ford ha salido a relucir, normalmente acompañado de una sonrisa cómplice y un aire de autoconfianza. Las líneas de batalla se trazan rápidamente. Uno de los bandos defiende con vehemencia las ventajas de innovar teniendo en cuenta las opiniones de los clientes; el otro sostiene que la verdadera innovación la crean los visionarios con dotes singulares que ignoran las opiniones de las y los clientes y, en su lugar, fabrican el producto basándose únicamente en su visión profética de un futuro mejor.
En realidad, Ford no inventó el automóvil, aunque desempeñó un papel importante en la revolución de la industria automovilística y en hacer los carros más accesibles a las masas, la invención del automóvil es anterior a sus contribuciones y se atribuye generalmente al alemán Karl Benz, que en 1885 desarrolló un vehículo de tres ruedas propulsado por gasolina.
Ford determinó el diseño del Modelo T catalizando la velocidad del proceso de la cadena de ensamblaje reduciendo los costos, lo que permitió bajar los precios de adquisición e impulsando el crecimiento de Ford Motor Company, que pasó de fabricar 10.000 carros en 1908 a 472.350 en 1915 y 933.720 en 1920. Millones de vehículos poblaron las inexistentes carreteras. Hoy, se calcula que hay un millardo y medio de carros circulando en el mundo; de ellos solo tres millones son autobuses.
El carro proveyó una inusitada libertad individual a la población, hasta mezquina.
Cien años después de ese brinco a un millón de carros anuales, la Organización Mundial de la Salud comparte que cada 26 segundos una persona muere en un accidente automotor alcanzando la bicoca de millón y medio de muertes al año, más o menos la misma cantidad que ocasiona la diabetes.
Interesante es que el más pequeño porcentaje de fatalidades por accidentes de tránsito lo tienen aquellos en que están involucrados las unidades de transporte público.
Alejándonos de Ford sugiero conveniente preguntar a las personas si un eficiente transporte público convertiría en innecesario un carro para cada persona y resolver varios problemas en un solo viaje. Creo que hay sabiduría en ello. Como en aquel autobús que rezaba en uno de sus laterales: “Los problemas son pasajeros”.
* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
@betancourt_phd Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/problemas-pasajeros/