Ciencia y Tecnología, Ciencia o Tecnología

Dr. Roberto Betancourt A.

La relación entre ciencia y tecnología ha crecido considerablemente en la sociedad actual. La tecnología desempeña un papel crucial en la ayuda a los descubrimientos científicos y la expansión del conocimiento. Aunque ambas están estrechamente entrelazadas, tienen propósitos diferentes en el mundo. Por un lado, la ciencia persiste en responder preguntas complejas y aumentar el conocimiento; por otro, la tecnología se centra en encontrar soluciones prácticas a problemas del mundo real, facilitando avances científicos que de otro modo habrían sido imposibles, fomentando una relación mutuamente beneficiosa entre ambos campos.

Para ejemplificar los fines de cada una, podemos enunciar que, la tectónica de placas tiene una gran importancia en Geología. En primer lugar, esta teoría científica explica cómo se mueven las placas de la corteza terrestre dentro de la superficie de la Tierra. Los geólogos se basan en la tectónica de placas para comprender diversos fenómenos geológicos, incluyendo terremotos, tsunamis y volcanes, así como los procesos que dan forma, transforman y destruyen las rocas. En segundo término, gracias a una tecnología revolucionaria, los científicos disponen ahora de ordenadores y programas informáticos que facilitan sus investigaciones con tecnologías avanzadas capaces de detectar la ocurrencia de catástrofes naturales de origen geológico. Hoy podemos señalar que, a lo largo de los años, los ordenadores han sido fundamentales para revelar los movimientos y las interacciones de las enormes placas tectónicas de la corteza terrestre, dando forma al histórico que de ellas se infiere.

Los científicos exploran continuamente nuevas maneras de crear modelos de placas tectónicas que mejoren nuestra comprensión de los factores sísmicos, y gracias a estas bien sustentadas teorías se han desarrollado esquemas informáticos que simulan el movimiento de las placas tectónicas y son cada vez más plausibles y potentes.

Otro ejemplo que impulsa la comunidad científica a través de la observación que permiten sensibles sensores y mecanismos de comunicación (casi en tiempo real) es el desarrollo de un nuevo modelo de la Tierra (en el que llevan trabajando dos décadas) que ayudará a predecir los movimientos de las placas. Según el geofísico Chuck DeMets, «conocer la velocidad a la que se deslizan las placas a lo largo de las fallas es crucial para evaluar la probabilidad de que se produzcan grandes terremotos».

Con la ayuda de la tecnología, es posible -para la ciencia- vigilar más de cerca la corteza terrestre, lo que redundará en la futura predicción de catástrofes de origen geológico. Además, esta tecnología tiene el potencial de minimizar los daños causados por tales catástrofes en el futuro, salvaguardando hogares y comunidades enteras. Es ciencia que salva vidas en caso de terremotos.

En nuestro país debemos seguir insistiendo en la inversión en ciencia y en tecnología (no solo los adminículos tecnológicos sino su desarrollo o transferencia) y -por supuesto- en el más importante activo que existe y mueve sempiternamente a ambas: los hombres y mujeres del ámbito científico y tecnológico. El discernimiento científico, que parte del hombre y la mujer, puede encumbrarse en los hombros de la tecnología, y vale recordar que la «ciencia es la progresiva aproximación del hombre al mundo real» y es «el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición».

* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

@betancourt_phd
Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/ciencia-y-tecnologia-ciencia-o-tecnologia/