Innovación es a posteriori

Dr. Roberto Betancourt A.

“A priori” es una locución latina que traduce “previo a” o “anterior a” y -normalmente- se utiliza para describir un tipo de conocimiento que es independiente de la experiencia, es decir se adquiere mediante la deducción o el razonamiento lógico y no a través de la observación o la experiencia empírica.

“A posteriori” es también una locución latina que significa “posteriormente” o “con posterioridad”; y se emplea para hacer referencia al tipo de conocimiento que se adquiere a partir de la experiencia, de los hechos.

En el caso de la innovación, el conocimiento y las ideas que conducen a ella proceden de la experiencia, la observación y la experimentación. La innovación no se basa únicamente en la razón pura o la lógica, sino más bien en la experiencia práctica del mundo real.

La innovación, como lo hemos reflexionado en ocasiones anteriores, requiere la puesta en práctica de nuevas ideas, que es ‘a posteriori’ por naturaleza. Los expertos apuntan a que los conceptos “a posteriori” no pueden entenderse independientemente de las experiencias particulares. Del mismo modo, la innovación no puede entenderse independientemente de la experiencia de poner en práctica nuevas ideas y ver los resultados. La innovación requiere el uso de pruebas empíricas para determinar si la nueva idea tiene éxito y es valiosa o no.

La innovación también requiere la voluntad de asumir riesgos y aprender de los fracasos, que es “a posteriori” por naturaleza. Nuevamente, el conocimiento “a posteriori” solo puede obtenerse a través de la experiencia del mundo exterior. En el caso de la innovación, el mundo exterior incluye el mercado, los clientes y los competidores. La innovación “per se” aprende de los fracasos y ajusta el enfoque en función de las pruebas empíricas obtenidas del mercado.

Resumiendo, la innovación es de naturaleza “a posteriori” porque se basa en pruebas y conocimientos empíricos. Debe estar circulando y en manos de sus usuarios para poder calificarla como tal. Por eso, Schumpeter le bautizó enigmáticamente como “creación destructiva”, pues sustituye (destruye) lo que reemplaza, ¿recuerdas, por ejemplo, el televisor de tubos de rayos catódicos?

La próxima vez que asistas a un congreso o exhibición y presenten un producto o proceso como innovación, debes preguntarles en qué se basan para calificarla como tal.

Immanuel Kant acuñó la frase según la cual «Solo podemos conocer ‘a priori’ de las cosas aquello que antes hemos puesto en ellas»; es muy posible que le hayamos abrogado a la innovación cualidades que no posee y por ello abusamos de su capacidad y del momento de su aparición.

* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

@betancourt_phd
Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/innovacion-es-a-posteriori/