Dr. Roberto Betancourt A.

Es imperativo que la gobernabilidad de las actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) se centre en labores que nutran, fomenten y retengan la experiencia dentro de la organización. Varios estudios afirman que son siempre cuatro las tareas críticas para optimizar esta gestión: 1) reclutar nuevos talentos, 2) retener al personal existente, 3) desarrollar la fuerza de I+D+i y 4) rescatar a los expertos de la migración a otras organizaciones.

Atraer personas competentes es la base de la creación de una fuerza dinámica y diversa de I+D+i, para ello es esencial emplear estrategias eficaces de captación. La mejor de ellas es trabajar hombro con hombro con instituciones educativas y valerse de plataformas en línea como métodos probados para llegar a candidatos potenciales. Debe conquistarse una atmósfera competitiva de oportunidades de desarrollo y un entorno propicio que aumente el atractivo en cualquier nivel, nacional, regional o municipal.

Otra forma de acción concurrente es retener a las personas con talento en el área de conocimiento que se prioriza, para lo que es primordial estimular la continuidad en los esfuerzos de I+D+i favoreciendo programas de reconocimiento y oportunidades de promoción, alentar una cultura colaborativa e integradora que cultive un sentimiento de pertenencia y lealtad en el equipo empeñado en estas actividades, lo que reducirá las tasas de deserción y rotación y preservará el legajo de conocimientos, tácitos o explícitos, institucionales.

También, es necesario invertir en el desarrollo y entrenamiento continuo del personal para mantenerle al día con los avances científicos y tecnológicos. Mejor lo exponía el experto al señalar que “sólo hay algo peor que formar a los integrantes de tu equipo y que se vayan; no formarlos y que se queden”; por lo que avivar la colaboración interdisciplinar y promover una cultura de aprendizaje permanente favorece la producción y refuerza las capacidades de I+D.+i.

Finalmente, en el panorama competitivo actual, el egreso de personas con talento a organizaciones rivales supone un reto importante. Se enumeran varias formas de actuación para mitigar este riesgo: incentivos atractivos, becas de investigación, instalaciones modernas, oportunidades para desempeñar puestos de liderazgo, fomentar una red de apoyo y crear una comunidad de expertos que facilite la reintegración de antiguos colegas.

Independientemente de los cambios tecnológicos que disfrutamos (o tememos) son los hombres y mujeres quienes producen conocimientos y soluciones a los problemas a los que dedicamos nuestro día a día. La organización de I+D+i más valiosa es aquella que logra identificar y conservar sus talentos más estimados e impulsar un ciclo virtuoso de crecimiento.

* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

@betancourt_phd
Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/siempre-son-cuatro/