Dr. Roberto Betancourt A.

La Ciencia es la base para comprender los acontecimientos que nos rodean. Sin ciencia, habría millones de cosas desconocidas y por descubrir. 

La experimentación y la investigación rigurosa llevada a cabo por científicos han desvelado las respuestas a muchas preguntas y se han convertido en muchos casos en la raíz de las innovaciones. 

Pero, hasta los últimos años, solo se publicaban investigaciones novedosas y emocionantes y esto parecía obstaculizar el avance de la Ciencia. Para cerrar este vacío, se introdujo la Ciencia Abierta; que no es un concepto nuevo. Sus principios se pusieron en práctica en el siglo XVII con la introducción de revistas científicas donde los autores seguían la práctica de repetir los experimentos; pero, no fue ampliamente aceptado. El término «Ciencia Abierta» se acuñó recientemente y se popularizó cuando se utilizó en un informe de la Comisión Europea titulado «Ciencia 2.0: Ciencia en transición» en 2014 (si el lector desea conocer más de este documento, puede escribirme al Twitter al pie de esta reflexión).

Considerando que la Ciencia Abierta se basa en la idea de que la Ciencia debe llevarse a cabo de manera transparente, colaborativa y ponerse a disposición del público, sugiero limitar sus pilares fundamentales para sostenerla al [1] acceso abierto, [2] datos abiertos, [3] código fuente abierto y [4] colaboración abierta. Estos pilares permiten a las y los científicos compartir su investigación más fácilmente con el mundo, al tiempo que garantizan que esté disponible de forma gratuita. Así mismo, al hacer que la investigación sea más accesible, la Ciencia Abierta puede ayudar a acelerar el progreso en muchos campos de estudio. Lograr esta meta es lejos de ser una tarea fácil o rápida.

Sostener consistentemente este esfuerzo implica [1] poner los datos a disposición del público, [2] crear plataformas para la colaboración con otros investigadores e investigadoras, y [3] utilizar herramientas de software de código abierto para facilitar el intercambio de información.

Al adoptar estos tres principios y cuatro pilares, los investigadores e investigadoras pueden desbloquear y crear un entorno donde el conocimiento se comparta libremente y sea accesible para todos. Esto ayudará a garantizar que la Ciencia permanezca abierta y accesible para todos los que la necesiten.

La Ciencia Abierta irá ganando terreno como una forma de hacer que la investigación científica sea más accesible y aumentar su impacto; ello puede tomar muchas formas, desde revistas de acceso abierto hasta software de código abierto y repositorios de datos.

Afortunadamente, hay ingentes bases de datos de red en todo el mundo que han sorteado los obstáculos y es posible encontrar la necesaria experticia para enlazarse con las comunidades que han obtenido logros significativos. Encuentros con estas comunidades, con objetivos comunes, reconociendo los pilares, principios, aceleradores y detractores de la Ciencia Abierta, hacen posible encontrar la sabiduría necesaria para implementar esta herramienta superando los previsibles obstáculos.

Por último, las bases de datos de red de Ciencia Abierta pueden unirse para influir de manera más eficiente en el mundo de la investigación hacia una mayor adopción de prácticas abiertas y reproducibles; el primer paso para hacer esto es comunicarse entre sí a través de geografías y disciplinas para intercambiar conocimientos y aprender colectivamente. 

Por lo arriba expuesto, sugiero unirnos en los espacios de la comunidad científica y desgañitarse con la máxima:

Únete a la Revolución ¡Desbloquea la Ciencia Abierta!

* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

@betancourt_phd
Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/desbloquea-la-ciencia-abierta/