Dr. Roberto Betancourt A.

La confianza en la integridad y la protección de los datos es crucial para asegurar una colaboración efectiva en el empadronamiento y divulgación de los resultados de las investigaciones de la comunidad científica, que, al estar involucrada en la generación de nuevo conocimiento, dependen de la exactitud y la confidencialidad de los datos para asegurar que sus descubrimientos no se vean comprometidos por la exposición indebida de información sensible.

Algunos ejemplos ilustran la importancia y correlación del secreto estadístico con la participación de la comunidad científica. En la Unión Europea, el Reglamento (CE) No. 223/2009 sobre estadísticas europeas (con 27 países y 24 lenguas oficiales) subraya la importancia de la confidencialidad estadística y establece que los datos recogidos no deben utilizarse para tomar decisiones administrativas, legales o fiscales contra las personas que proporcionan la información, lo que ha fortalecido la confianza y facilitado la cooperación entre científicos y autoridades en la materia, permitiendo la obtención de datos precisos y exhaustivos sobre el estado de la ciencia y la tecnología en la región.

En Japón, la Ley de Estadísticas garantiza la confidencialidad de la información proporcionada para esos fines y penaliza su divulgación indebida. La Japan Science and Technology Agency utiliza estos datos para evaluar y mejorar la infraestructura científica y tecnológica del país, por lo que, gracias a estas protecciones, se ha logrado una alta tasa de respuesta en encuestas científicas y tecnológicas, proporcionando datos valiosos para el desarrollo de sus políticas de investigación y desarrollo (I+D).

China, con su creciente inversión en ciencia y tecnología, también ha implementado medidas robustas para asegurar la confidencialidad de los datos estadísticos a través de la Ley de Estadísticas. El Ministerio de Ciencia y Tecnología de China realiza la Encuesta Nacional de Ciencia y Tecnología, que recopila datos sobre las actividades de I+D en todo el país y ha sido gracias a estas medidas de confidencialidad que China ha logrado obtener datos exhaustivos, entre ellos, que el gasto en I+D representó el 2,4 % del PIB en 2020. La confianza en la protección de la información ha sido fundamental para lograr una alta participación de las instituciones científicas y tecnológicas.

Los ejemplos aportados subrayan que el secreto estadístico no solo protege la privacidad de los encuestados, sino que también es crucial para asegurar la cooperación en la obtención de datos precisos y exhaustivos que promuevan el avance del conocimiento científico.

El filósofo inglés John Stuart Mill señalaba que “no existe mejor prueba del progreso de una civilización que la del progreso de la cooperación” y, precisamente cimentado en esta máxima se encuentra la protección de la información como acto esencial para la colaboración efectiva de la comunidad científica en el empadronamiento y la divulgación de resultados de I+D, contribuyendo al desarrollo sostenible y al progreso tecnológico de las naciones.

* El autor es Presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

@betancourt_phd
Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/secreto-para-el-progreso-i/